Apenas el 30 % de investigadoras son mujeres y ocupan puestos de liderazgo científico. Por esta razón la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció al 11 de febrero como el día internacional de las mujeres y las niñas en la ciencia.
El día de hoy quiero romper el cliché que nos deslegitima, las mujeres científicas no somos mujeres solteronas o heroínas solitarias, tampoco somos poco femeninas. Conocemos el diagnóstico y no somos pocas, las mujeres científicas, muchas de ellas en materias STEM o también mujeres médicas, trabajamos, somos docentes, estudiamos e investigamos. Si a esto le sumamos un gran porcentaje de nosotras somos madres, el entorno no es favorecedor, pero luchamos y seguimos en el camino.
En general las mujeres en la ciencia tenemos menos cargos de poder, trabajamos el doble y muchas veces debido a la invisibilización de nuestros esfuerzos o pocas facilidades, bajamos la firmeza de nuestro paso y priorizamos la crianza y el bienestar de nuestros hijos, lo cual no es incorrecto, pero desde mi visión deberíamos ser consideradas, para no sumergir nuestras habilidades en el agotamiento, además de que se debería modificar el tipo de cultura en el lugar de trabajo que reduce las posibilidades de promoción de las mujeres o el “techo de cristal”
Cabe mencionar que este proceso de invisibilización posee varias dimensiones, que, suprimen y debilitan nuestra identidad de mujeres en la ciencia y que debemos decodificar: estereotipación, violencia simbólica y deslegitimación
Citando a Lorena Valderrama necesitamos mediciones diferenciadas! ya que tendemos a producir menos que los hombres por que el espectro de funciones que abarcamos en esta sociedad es mucho más amplia. La gestión del hogar, la crianza son tareas permanentes, el cuidado de nuestros seres queridos (no solo de las madres) además del desarrollo profesional y emprendimientos particulares, razones por las cuales preferimos empleos que nos permitan estar en contacto con nuestra familia.
Nuestra sociedad sigue siendo patriarcal, y en cierto tipo de comunidades de práctica romper esa tendencia se ha hecho difícil, pero se está logrando a través de la sensibilización constante por parte de las generaciones más jóvenes incluyendo a colegas varones muy conscientes.
Para muestra un botón. La academia de medicina ecuatoriana en estos últimos días ha dejado ver a sus miembros, todos en su mayoría hombres, y no disiento que su directorio sean profesores y profesionales médicos de trayectoria, muchos son académicos muy respetables, pero estoy en desacuerdo que existan pocas mujeres y que este sea el mensaje que quieran dejar a la juventud por parte de la academia actual, la misma que podría innovar, fomentar e incentivar el ingreso de nuevos miembros incluyendo a mujeres jóvenes.
Pero como somos científicos hablemos de las evidencias. En noviembre del 2019 Marc Lerchenmueller publicó BMJ luego de un estudio observacional las diferencias de género que existen en como los científicos presentan la importancia de sus estudios.
Los artículos que involucraban como primer o último autor a un hombre tenían más probabilidades de presentar los resultados de la investigación de forma positiva en títulos y resúmenes en comparación con los artículos en los que el primer como el último autor eran mujeres, particularmente en las revistas de mayor impacto.
La presentación positiva de los resultados de la investigación se asoció con un número de citas más alta.
¡La desigualdad de género en la ciencia y en la medicina no se corrige sola, hay que romper el techo de cristal! Quien decida ignorar el problema será parte de permitir que continúe…
Es en este punto que debemos unirnos mujeres médicas y científicas, destacar que necesitamos de la sororidad para visibilizar nuestros derechos y decodificar nuestras necesidades. El mundo necesita de nosotras, de nuestro espíritu para conseguir la equidad que tanto anhelamos. No abandonen el camino por falta de equidad. El mundo necesita de nuestros talentos.
- Bastidas, Felipe, & Torrealba, Marbella (2014). Definicion y desarrollo del concepto «proceso de invisibilización» para el análisis social. Una aplicación preliminar a algunos casos de la sociedad venezolana. Espacio Abierto, 23(3),515-533.[fecha de Consulta 11 de Febrero de 2020]. ISSN: 1315-0006. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=122/12232258007
- Valderrama, L.B. & B. Santander (Coords.): Socializar Conocimientos N°2: Observando a Chile desde la Distancia. Santiago de Chile: RedInche Ediciones, 2014. 742 p. ISBN: 978-956-358-115-7. DOI: 10.13140/2.1.2689.3766
- Lerchenmueller, M.J., Sorenson, O., and Jena, A.B. Gender differences in how scientists present the importance of their research: observational study. British Medical Journal (2019). DOI: 10.1136/bmj.l6573
- Hengel, E. Publishing while Female. Are women held to higher standards? Evidence from peer review. Cambridge Working Papers in Economics (2017).
- ONU Mujeres. 2017. Making the SDGs count for Women and Girls with Disabilities. Issue brief. ONU Mujeres. www.unwomen.org/en/digital- library/publications/2017/6/issue-brief-making-the-sdgs-count-for-women-and-girls-with-disabilities
- _____. 2018. Hacer las promesas realidad: la igualdad de género en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. ONU Mujeres. www. unwomen.org/en/digital-library/publications/2018/2/gender-equality-in-the-2030-agenda-for-sustainable-development-2018